Higos secos
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Higos Secos
Cosechamos los mejores higos secos de la variedad Pajareros ¡Toda una experiencia al paladar!
Higos secos, una golosina nutritiva
Los higos secos se puede disfrutar de muchas formas, son una fruta versátil y práctica. Un bocado dulce que aporta gran cantidad de energía y se puede comer en cualquier momento, en cualquier lugar, a cualquier hora, acompañado de otros alimentos, tú sólo o en buena compañía.
Simplemente picados, añadidos a cereales fríos o calientes, en ensaladas o bañados en chocolate derretido, los tendrás siempre a mano para gozar de un alimento sensacional.
Por qué comer higos secos
¿Sabías que hay más de 1.200 especies animales que comen higos?
Si, ¡es cierto! Los higos son tan importantes para la vida silvestre del mundo que, sin ellos, ecosistemas enteros podrían colapsar. Y no es difícil saber por qué… porque los higos son el dulce proveedor de una enorme cantidad de nutrientes esenciales.
Los higos secos está llenos de fibra, antioxidantes, calcio y vitaminas y se prestan para realizar cualquier clase de receta. ¡Recetas de las que disfrutarían cualquiera de las 1.200 especies que comen higos!
Cómo se hacen los higos secos
Los higos secos, una vez que el sol del verano los ha madurado, se recogen cada día directamente de la higuera o una vez caídos al suelo sobre las mallas de recolección.
Tras la cosecha, se seleccionan manualmente en el campo, separando la fruta íntegra de la que no lo está. Después, en la industria transformadora, se criban, se lavan, se escaldan y se preparan con harina, al natural o en forma de pan de higo para terminar, por último, con su envasado.
Cómo comer los higos secos
Como decía alguien “No comas nada que tu abuela no reconozca como comida”. Así es, de manera que, si tienes ocasión de preguntarle, seguro que aprobará tu decisión de comer higos secos.
Los higos satisfacen el paladar y el apetito por sí mismos. Pero también son deliciosos acompañados o en compañía de otros ingredientes. Puedes prepararlos, por ejemplo, en una guarnición exótica, rellenos con queso de cabra y nueces…. o higos con parmesano y vinagre balsámico.
En cualquier caso, dejamos que seas tú quien decida sobre gustos culinarios, porque seguro que se te ocurren muchas más ideas. Aun así, para inspirarte, también puedes dar un repaso a esta larga lista de recetas con higos secos.
El valor nutritivo de los higos secos
No es de extrañar que los higos secos se hayan utilizado durante miles de años como una golosina saludable y como remedio natural. Porque, la dulzura de su agradable paladar y los evidentes beneficios para la salud de esta fruta son una combinación poderosa.
El valor nutricional de los higos secos es bastante impresionante. Tienen el mayor contenido de fibra y minerales de todas las frutas, semillas o verduras comunes. También tienen hasta 1.000 veces más calcio que las frutas más habituales y, por peso, en realidad tienen más calcio que la leche descremada.
Los higos tienen un 80% más de potasio que los plátanos y son extremadamente fáciles de digerir. También tienen más hierro que cualquier otra fruta común y son extremadamente ricos en magnesio. Todo esto con tan sólo entre 20 y 30 calorías por higo. Quizá por todo ello, algunos los describen como “la fruta más perfecta”.
Higos e higueras
Durante los cálidos veranos del sur, cuando la sombra se convierte en un auténtico lujo, es de agradecer cualquier enramada para resguardarse del sol. Pero la sombra que ofrecen las higueras, con sus largas ramas y anchas hojas, supera a la de cualquier otro árbol.
Desde antiguo, los israelitas comían frescas las brevas, mientras que dejaban secar los higos para disponer de ellos durante todo el año. Habitualmente los consumían prensados, a menudo con almendras, formando unas deliciosas tortas redondas, muy alimenticias y fáciles de conservar.
Aunque consideramos que los higos son un fruto, en realidad son una flor invertida sobre sí misma. Y lo que nos parece que son las semillas, verdaderamente son el propio fruto (diminuto) de esta planta.
La higuera
La higuera común (Ficus carica) es un arbusto originario del sudoeste de Asia, extendido después por la región mediterránea, y en la actualidad, por otras zonas como América Central o California, donde fue llevado por los españoles.
La higuera prefiere lugares de clima suave, soleados, con poca humedad y es muy resistente a la sequía. No necesita riego y es muy poco exigente en cuanto a la naturaleza química del suelo.
Algunas variedades de higueras producen dos cosechas de fruta al año. En primer lugar, las brevas, hacia el mes de junio, y a continuación los higos a partir de finales del mes de agosto. Las brevas son higos que no han llegado a madurar en el verano anterior. Lo que se conserva, en estado latente, sobre la madera del año precedente durante el invierno.
