Ciruelas secas
Son dulces con un profundo sabor y una textura fibrosa y densa. Una fruta seca increíblemente saludable que ayuda a construir huesos fuertes.
Nuestras ciruelas secas son naturalmente dulces y libres de grasa. Una fruta seca extraordinariamente nutritiva, disponible durante todo el año. Lo que te permitirá aprovechar sus excelentes propiedades en cualquier momento.
Comercializamos ciruelas secas de máxima calidad de la variedad d’Agen con origen Argentina. Una fruta para la que exigimos un alto control de calidad tanto en fresco, como una vez secas.
Partimos de una fruta homogénea en cuanto al grado de maduración. Con un grado de dulzor comprendido entre 22 y 24 ºBx. Después, una vez terminado el proceso de secado, controlamos que la humedad residual de la ciruela permanezca alrededor del 21 al 24%.
El tamaño, o calibre de las ciruela pasas se determina en función del número de unidades por libra (aproximadamente 0,45 kg). Así, las diferentes categorías bajo este parámetro son: 20/30, 30/40, 40/50, 50/60, 60/70 y 70/80. Estos calibres se aplican a los dos tipos básicos de ciruelas secas, con y sin hueso.
Cuáles son los beneficios de comer ciruelas secas
Las ciruelas pasas, o ciruelas secas, no solo son para aquellos cuyo aparato digestivo siempre quiere guardar una copia de seguridad de todo lo que ha comido. Son, más allá, una fruta extraordinariamente rica en nutrientes.
La ciruela seca proporciona muchos y valiosos beneficios potenciales para la salud. Así, pueden reducir el riesgo de enfermedades del corazón, combatir la osteoporosis, o actuar contra la diabetes tipo 2 y la obesidad,
Comer una porción de 50 g de ciruelas pasas nos proporcionará el 15 por ciento del valor diario de fibra, el 32 por ciento del valor diario de vitamina K y el 9 por ciento de potasio. La fibra ayuda a reducir el colesterol, y por lo tanto el riesgo de enfermedades del corazón. Además, lo consigue aumentando la sensación de saciedad y manteniendo el tracto digestivo funcionando sin problemas. Lo que nos hace menos propensos a tener estreñimiento u otros problemas digestivos.
La vitamina K es absolutamente necesaria para la formación de unos huesos fuertes y para la coagulación de la sangre. También, somos totalmente dependientes del potasio para mantener los nervios y los músculos en perfecto estado de funcionamiento. Sumando a lo anterior, su ineludible efecto para contrarrestar el aumento de la presión arterial debido al excesivo consumo de sodio.
Reducción del riesgo de enfermedades cardíacas
Comer entre tres y seis ciruelas secas por día nos puede ayudar notablemente a bajar la presión arterial. Pero también, la ciruela seca consigue minimizar la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad, o colesterol malo. Lo cual, conduce a reducir el peligro de sufrir enfermedades del corazón.
Ciruelas pasas para la construcción de huesos fuertes
Si deseas limitar la amenaza de sufrir de osteoporosis, es posible que desees empezar a comer más ciruelas secas. Esta fruta puede ser la más beneficiosa de todas, en cuanto a la reducción de posibilidades para contraer esta enfermedad.
Las ciruelas pasas mejoran en gran manera la densidad mineral ósea, más que las manzanas secas según diversos estudios. Tal como se advierte en otras tantas investigaciones, el consumo de ciruelas no sólo evita la pérdida de densidad ósea, sino que también puede revertir este proceso.
Para adelgazar y para diabéticos
A pesar de que las ciruelas pasas, como todos las frutas secas, son altas en calorías y en azúcares, aún se pueden disfrutar tomadas con moderación por ambos tipos de personas. Las que siguen una dieta para adelgazar y los diabéticos, debido a su composición nutritiva tan peculiar.
Según se desprende de diversos estudios sobre conductas alimentarias, las personas que tomaban ciruelas secas antes de sus comidas se sentían más completas y satisfechas. Ingiriendo, posteriormente, menos cantidad de alimento que aquellos otros que recibieron una porción similar de calorías de pan.
Por otra parte, dado que las ciruelas pasas contienen altas dosis de fibra, sorbitol y fructosa, no elevan los niveles de azúcar en la sangre o los de insulina. Por lo que, entre las opciones de fruta seca, las ciruelas también son una de las alternativas más adecuada para diabéticos.
Cómo disfrutar de las ciruelas secas
Algunas ideas para servir de modo rápido
- Perfectas para acompañar guisados con carne de cordero braseado y aroma a romero, de uso habitual en la cocina del Oriente Medio.
- Añadir ciruelas secas picadas en tartas y bizcochos. O también enteras colocándolas en la parte superior de estos.
- Las ciruelas troceadas en pequeños cubitos, e incluso combinadas con otras frutas secas y nueces, van estupendas en ensaladas frescas.
- Para el relleno de aves de corral, más que perfectas son realmente imprescindibles.
Qué debes comprobar en las ciruelas secas para elegir bien
Habitualmente, podrás escoger entre dos tipos de ciruelas secas: ciruelas con hueso y ciruelas sin hueso. Comprar una u otra, dependerá sólo de tus preferencias personales, o del uso que le vayas a dar para una determinada receta.
Lo ideal, de ser posible, sería poder comprar las ciruelas en envases transparentes para poder evaluar visualmente su calidad. Deben ser regorditas, brillantes, de aspecto suave y libres de moho. Si los paquetes son opacos, comprueba que estén bien sellados, de manera que las ciruelas no hayan perdido nada de humedad.
Las ciruelas secas se deben almacenar en un recipiente hermético, en lugar fresco, seco y protegidas de la luz. De esta forma, se podrán mantener durante varios meses. No obstante, si las guardas en el frigorífico, podrás preservar su frescura durante más tiempo. Lo que alargará su vida útil incluso hasta más de seis meses.
Independientemente de dónde se almacenen, asegúrate de que al abrir el paquete después se puede cerrar lo más herméticamente posible. Esto evitará que las ciruelas pierdan humedad. Los tarros de vidrio o plástico con tapa, pueden ser especialmente adecuados para ello.
Si ves que las ciruelas pasas se han resecado en exceso, la puedes volver a hidratarlas sumergiéndolas en agua caliente durante unos 3 ó 4 minutos.